En la localidad se han encontrado restos (herramientas de piedra labrada, mosaicos, etc.) de las épocas neolítica y galo-romana. La parroquia parece haber sido creada en la Edad Media. El río tiene canteras de piedra explotadas en el siglo XVIII, y un puerto de barcazas que permitió su transporte una vez cortado al Puerto de la Luna, Burdeos. Su terruño impone las actividades que se practican hoy: pesca y viticultura.
La iglesia de Notre Dame data de los siglos XI, XII y XIX. Por supuesto, está en piedra.
El Château de La Rivière, según el célebre artista girondino Léo Drouyn, sería un prestigioso castillo del siglo XVI, queriendo imitar los castillos feudales. En efecto, sería una elección puramente simbólica por parte de los señores durante el Renacimiento atribuir a este edificio un origen medieval: el espesor de los muros sería demasiado pequeño, las acequias, aberturas y arreglos defensivos externos ausentes, al igual que el diseños interiores clásicos de una fortaleza de este período.
Este hermoso castillo ha pertenecido durante muchas generaciones a la familia De L'Isle.
Rediseñado varias veces después de ser vendido como propiedad nacional en 1792, el castillo habría sufrido grandes transformaciones alrededor de 1890 durante una campaña de restauración inspirada en la obra de Violet Le Duc.
Esto no quita valor al magnífico mirador que domina no solo los valles de Isle y Dordogne, sino que también permite vislumbrar Entre-Deux-Mers y el horizonte de las llanuras de Médoc y Landes.
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